Por Elizabeth Mora-Mass
New York. Mientras Donald Trump le informaba al periódico de New York Times que no piensa poner un fiscal especial para investigar el servidor privado de Hillary Clinton, el ku klux klan, el movimiento que pregona la supremacía blanca mostraba una reunión en la cual saludaban con la mano en alto “Hail Trump” en alusión al saludo Nazi.
Además anunciaron que harán una gran parada nacional de victoria. Hasta el momento de escribir esta nota, Trump no ha rechazado esta idea.
De igual manera los reportajes de crímenes de odio siguen subiendo lo cual preocupa a todas las organizaciones que luchan por los derechos de las minorías.
Para más de la mitad de la gente de los EE.UU., resulta muy difícil imaginar que a finales del 2016, cuando los Derechos Humanos estaban destinados a resurgir con fuerza, muchas personas acepten el fetichismo de los símbolos de la Alemania Nazi, olvidando que más de 400 mil estadounidenses dejaron su vida en Europa luchando contra la supremacía aria que pregonaba Adolfo Hitler.
Por eso no deja de ser un tanto esperanzador que Trump esté moderando su lenguaje y que reconozca “que llevar a Hillary Clinton a juicio generaría una gran división en el país”, como también reconoció ante el New York Times.
Por otra parte hay que atribuirle que también está cambiando su posición frente al medio ambiente “yo creo que hay algo de colectividad entre los humanos y los cambios climáticos”, admitió en la misma entrevista con el Times.
Sobre la tortura dijo “que no voy hacer la clase de diferencia que mucha gente está pensando”, expresó al admitir que durante su campaña había probado algunas maneras de tortura (en especial para los terroristas árabes).
También ya piensa distinto sobre el Presidente Obama. “Realmente el me gusta mucho. Y creo que él está haciendo todo lo que es absolutamente correcto para ayudar al país en la transición de mandato”, dijo en la misma entrevista con el Times. Antes lo había tildado de ignorante, de no ser ciudadano estadounidense y de ser el fundador de ISIS.
Otro tema importante es que Trump quiere que su yerno Jared Kushner, quien es judío y está casado con Ivanka, su hija favorita, sea el enviado especial a las conversaciones de paz en el Medio Oriente.
Según Trump también hay que señalar que, el New York Times, pasó de ser un periódico “fallido e irresponsable”, tal como el magnate alegaba hace dos semanas, a ser una gran joya de (periodismo) estadounidense.
Lo que sí parece que Trump no va a ceder es en la construcción del muro en la frontera con México y la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, en especial aquellos con antecedentes criminales.