Por Elizabeth Mora-Mass.
New York. Desde que Donald Trump tomó juramento, la sombra de la intervención de los hackers rusos en las elecciones presidenciales de 2016 y su posible acuerdo secreto de la campaña Trump (con los hackers se ha convertido en la gran sombra que cubre al actual inquilino de la Casa Blanca).
La comparación de la presidencia de Trump con lo acontecido con Richard Nixon, es la constante que alega CNN y la negativa del Canal FOX y amigos, los dos medios que representan las encontradas posiciones de los estadounidenses, como acusadores y defensores del actual mandatario.
Aunque algunas personas se me vengan como leche hervida, aclaro que la actual investigación sobre el rol de Rusia en las elecciones no es lo mismo que Watergate. Desde el principio en Watergate hubo un crimen palpable investigado por la policía, mientras que en la intromisión Rusa no hay una evidencia clara de que el equipo Trump haya hecho algo criminal, según alegan en la cadena FOX algunos de los catedráticos más respetables, en relación con la enmienda 25, la cual permite la destitución presidencial. Al mismo tiempo, en CNN por lo menos media docena de miembros del equipo que hizo la investigación de Watergate, sostienen que Watergate es un pálido reflejo frente al problema que enfrentamos en este momento. Y hablan hasta de traición a la patria.
Claro que Nixon y Trump tienen mucho en común. En 1968, Nixon propuso acabar con la política doméstica y exterior de los EE.UU. y de paso, acabar con el partido demócrata, tal como lo está haciendo Trump en este momento:
La salida de EE.UU. del Acuerdo de París sobre el Medio Ambiente, la desazón que ha sembrado entre los Estados Miembros de la OTAN, el tratado de defensa del Atlántico Norte, creado para defenderse frente a sus integrantes de los ataques de la antigua Unión Soviética; el rol de EE.UU. en Naciones Unidas y hasta la huerta casera de Michael Obama en la Casa Blanca, creada con el fin de enseñarle a los niños de la nación a cambiar su dieta alimenticia, son cosa del pasado, así como NAFTA, el Tratado de Comercio con México y Canadá.
El punto que tienen en común Trump y Nixon es el inmenso narcisismo que los hace creer que son invencibles… lo que en el caso de Nixon, ya comprobamos que fue su Talón de Aquiles.
A diferencia de Nixon, Trump tiene otros puntos muy frágiles: Su desconocimiento de la clase política, de las relaciones internacionales y el funcionamiento de la economía planetaria. Pero quizá su mayor debilidad es su desmedida admiración por Rusia y su obsesión por mandar trinos por el Twitter todo el día, lo cual le ha generado algunos de los más serios problemas de su administración.
No deja de intrigar el hecho de que Trump trate a los rusos con la mayor simpatía, recordemos las frases admirativas sobre Putin, su camaradería con el ministro y el embajador rusos, al día siguiente de despedir a James Comey lo que le ha creado grandes fricciones con buena parte de la nación y de la prensa.
El Portafolio de Mueller
Aún suponiendo que Trump y su equipo no hayan hecho nada dañino para el país, el nombramiento de Robert Mueller como investigador especial del caso es ya una distracción que la Casa Blanca no necesita, en momentos en que su agenda política está en veremos, pero por sobretodo de tratarse de un tema tan delicado como es ayudar al espionaje del partido demócrata, ayudando a los rusos por años los enemigos naturales de los EE.UU.
A través de las declaraciones de James Comey, el despedido Director del FBI, entendimos el inmenso poder de la oficina Oval. Pero lo acontecido con Nixon, nos demostró que un presidente en apuros investigado por traicionar su posición, es poco lo que puede hacer frente a los hechos.
El “Dossier” de Steele
Una semana después de la posesión de la era Trump, “los medios falsos y mentirosos tal como el presidente llama a la CNN, al New York Times, al Washington Post, a la NBC, a la CBS, a la ABC, etc., comenzaron a mencionar el nombre de Carter Page, un asesor de política exterior de la campaña de Trump, como el mensajero de un posible acuerdo secreto y los hackers rusos con miras a destruir a Hillary Clinton y aplastar al partido demócrata. Ese es el centro de atención de la investigación que Mueller hace en este momento.
En su momento, los anteriores medios de información hablaron de el “Dossier” del ex espía británico Christopher Steele, quien acusa al magnate y a su equipo de campaña de haber hecho el acuerdo secreto con los rusos para destruir a Hillary Clinton y los demócratas.
Page, es un hombre de negocios cuya oficina queda cerca de la Torre Trump en Manhattan. Entró a la campaña de Trump recomendado por Paul Manafort, quien fuera gerente de la misma y es otro de los implicados en la investigación rusa, no solo porque trabajó por años con empresas relacionadas con los rusos, o porque ganó millones de dólares con ellos sino por su asociación a un robo de millones de dólares del gobierno de Ucrania. Por eso el Departamento de Justicia de EE.UU. inició una investigación y Manafort tuvo que renunciar a la campaña. Son amigos de Corey Lewandowski, otro ex manager de la campaña política de Trump despedido por su ataque a una periodista.
Los peces gordos
En el “Dossier” de Steller también aparecen los nombres de General Michael Flynn, el ex asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, quien tuvo que renunciar por no haberle informado al vicepresidente sobre sus encuentros con los rusos y los dineros que recibió de Siria, quien es el personaje central en el despido de Comey. Jeff Sessions el actual Fiscal General de la Nación, a quien acusan de haberle mentido tanto al FBI como al Congreso de sus encuentros con los rusos y Jared Kushner, el yerno de Trump quien propuso un canal secreto de comunicación con los rusos, por lo que la administración entera está en grandes problemas.
Mueller, también pudiera investigar a Sessions por su participación en la salida de Comey, al igual que a Rod Rosenstein, el Vicefiscal General de la Nación quien nombró a Mueller como investigador especial después de que Comey hiciera públicos los emails que se mandó a sí mismo notificando la posible solicitud de Trump para que acabará con el caso Flynn.