Por Elizabeth Mora-Mass
Naciones Unidas, NY. “Los cien mil muertos de México en estos años de lucha contra la droga son el resultado de una política equivocada contra las drogas”, afirmó Coletta Youngers, analista de WOLA, una organización con sede en Washington, especializada en temas latinoamericanos.
Según ha venido diciendo Adam Isaccson, especialista en temas militares y latinoamericanos de la misma institución, la poliítica prohibitiva y la institucionalización de confrontación política ante el problema económico y social de las drogas dan resultados nefastos”.
De acuerdo con la DEA, el gran desafío de los gobiernos del mundo es, cómo enfrenar los supercarteles de la droga.
Los llaman así porque son organizaciones muy bien armadas, con entrenamiento militar, inmensos recursos financieros, cercanía con el pueblo y comandadas por reconocidos líderes del narcotráfico, que dominan las zonas donde funcionan y negocian con otros grupos similares.
El supercartel mexicano y sus nexos
Los informes de la DEA afirman que en México se ha organizado un gran supercartel, compuesto por los carteles de Jalisco, Sinaloa y Los Zetas.
Este supercartel a su vez tiene nexos con otros grandes supercarteles. Por un lado, las FARC—guerrilla que a pesar de las conversaciones de paz con la administración Santos continúa siendo el primer cartel colombiano—y la banda Los Kaibiles de Guatemala.
“Los Kaibiles son antiguos militares de Guatemala que salieron de las Fuerzas Armadas para formar su propia organización de narcotráfico”, expresó un agente de la DEA, quien solicitó no ser identificado.
La DEA también sospecha que Los Kaibiles de Guatemala tienen nexos con la Mara Salvatrucha, mejor conocida como MS-13, una de las peligrosas organizaciones de Estados Unidos, compuesta por salvadoreños.
De acuerdo con otro funcionario colombiano, “nosotros tenemos varios supercarteles diferentes a las FARC que ahora trabajan con los carteles de Guatemala y México, que también se han convertido en supercarteles.