Por Elizabeth Mora-Mass
New York. Con una audiencia récord que puede superar los 100 millones de tele-espectores, Hillary Clinton y Donald Trump debatieron sobre la economía, los impuestos, el racismo y los derechos de las mujeres.
De acuerdo con los analistas, Hillary Clinton estuvo serena y salió en busca de los indecisos, mientras que Trump estuvo alterado y todo lo que dijo fue para sus seguidores.
Clinton, con porte de estadista y menos robótica que en debates anteriores, dio explicaciones sobre sus planes económicos y políticos para EE.UU., mientras que Trump estuvo agitado, interrumpiéndola y repitiendo algunas de sus frases slogan.
Los dos contrincantes políticos dieron sus dos versiones del país:
Clara y optimista la de Hillary, mientras la del Donald es oscura y patética.
Repitiendo su frase favorita “hagamos a América grande otra vez, Trump afirmó que el va a rebajar los impuestos de los ricos de una manera muy grande”, lo que aumentará enormemente la riqueza nacional. Clinton respondió que dicha propuesta va a poner la economía estadounidense a la baja.
De igual manera mostraron sus diferentes estilos. “Donald Trump a criticado que yo me preparara para este debate. ¿Saben ustedes para que me preparé? ¡Para ser presidente!”
Uno de los puntos centrales fueron las acusaciones del magnate acerca de que el Presidente Obama no era ciudadano estadounidense. Trump trató de decir que todo había salido de la campaña de Hillary Clinton contra Obama y se mostró muy satisfecho de haber forzado a Obama para que mostrara su partida de nacimiento. Clinton aprovechó la ocasión para acusarlo de racista y de menospreciar al presidente y a los negros del país.
Trump atacó duro a Hillary en lo referente a los tratados de comercio que tantos empleos se han llevado de EE.UU., entre ellos NAFTA y la alianza del oriente. “Tu has estado ahí desde hace 30 años y solo ahora comienzas a dar soluciones” le gritó.
Y ahí no pararon las cosas. Hillary lo atacó muy duro en lo referente a los impuestos, recalcando que debe de haber un motivo muy grande para que no los presente: “que no sea tan rico como pregona, que no sea tan caritativo como dice ser y que no paga impuestos, porque en las únicas declaraciones de renta que hemos visto, cuando quiso comprar un casino en New Jersey, él pagaba cero en impuestos federales”, afirmó Clinton frente a las cámaras.
Por otro lado Hillary al final le recalcó sus ataques a las mujeres y sus insultos. Trajo a colación los despiadados ataques de Trump contra Alicia Machado, cuando esta era miss universo y subió de peso. Esta reportera fue testigo del llanto y las quejas de Alicia Machado contando como Trump la llamaba mi “Cerda y mi Servicio Doméstico”. No es ningún “cuento agrandado” como dice Trump, si no una historia del sufrimiento y las humillaciones de Machado.
La campaña Clinton está haciendo un comercial, donde Machado resalta los insultos de Trump.
Al salir de Hofstra University, Trump admitió que “a él le duele pagar impuestos federales”.
Los dos bandos aseguran haber ganado la contienda.
Los colaboradores de Trump han repetido durante todo el día que su candidato se reafirmó en sus posiciones y que hizo un gran debate, mientras que los seguidores de Clinton aseveran que su candidata fue toda una estadista y no una figura de televisión pretendiendo ser presidente.
Hasta el momento de escribir esta nota, las únicas encuestas que habían salido era la de los invitados de las diferentes cadenas de televisión. Para la mayoría de los analistas, Hillary fue la gran ganadora, sobre todo entre los votantes indecisos. Pero los jóvenes que votaron por Sanders no se mostraron muy entusiasmados con la ex-secretaria de estado.