Una batalla que apenas comienza
Por Elizabeth Mora-Mass
New York. La posesión de Donald Trump luce tan polémica como las elecciones: Un 40% lo apoya abiertamente, un 45% lo rechaza abiertamente y un 20% pide darle un voto de confianza.
Pero los acontecimientos que suceden, no permiten tener esa paz con el presidente Donald Trump. Su abierta polémica con el congresista John Lewis, el icono de los Derechos Humanos, la posibilidad de quitarle las sanciones a Rusia, la pelea con la OTAN, el director de la CIA y algunos medios como la CNN, la NBC y el Daily News de NY, han hecho posible que toda la gente piense que su mandato va a ser una eterna pelea.
Y aún falta. El Presidente Obama en su última conferencia de prensa les dijo a los periodistas que tenían que ser independientes y pelear su derecho a hacer preguntas fuertes, lo que indirectamente señalaba las acciones de Donald Trump en contra de los medios que lo critican.
La pelea con el Director de la CIA, a la comunidad internacional le parece terrible. En los Pasillos del Poder de Naciones Unidas, funcionarios de gobiernos amigos de EE.UU., preguntan ¿Qué podría pasar en caso de una crisis con Rusia o con China? habida cuenta, de las fuertes críticas de Trump a los servicios de inteligencia del país.
El debate con China tampoco es una situación que parezca buena no sólo para el futuro de EE.UU., si no del mundo. “Sería una lucha de gigantes que podría crear otra debacle. “Un bajón en la economía China nos afectaría también en los EE.UU.”, repiten a voz en coro los directivos de las casas económicas del mundo.
Una guerra campante
La victoria de Trump sobre Hillary Clinton y los demás candidatos republicanos, fue triunfo del manejo de la propaganda política (de Trump) sobre la maquinaria partidista, destruyendo de paso a los grandes donantes de dinero, los análisis de las estadísticas, y los avisos asesinos de televisión.
Para los analistas políticos, la victoria de Trump significa que el está por encima de la política. Pero al mismo tiempo la gran pregunta es cómo esto (el estar por encima de la política) se va a traducir en las políticas que va a imponer en el país más poderoso del mundo.
Algunos comentaristas dicen que volveremos a la “Epoca de Jackson”, refiriéndose a que vivimos algo parecido a lo que pasó con la victoria de Andrew Jackson en 1829, quien acabó con el “Corrompido Sistema” de personas civiles para remplazarlas por amigos políticos.
Tampoco se sabe que pueda pasar con Vladimir Putin, quien ha dicho que las prostitutas rusas son “muy de mostrar”, no se sabe a que se refiere.
Al mismo tiempo, casi 60 congresista demócratas están anunciando que no irán a la posesión del nuevo presidente, lo que pone un gran signo de interrogación sobre lo que va a suceder en el futuro.
Por su parte Lewis, sigue insistiendo en la elección de Trump “por la participación de los rusos”.
Por otro lado cerca de 300 mil personas están anunciando una marcha en Washington para protestar la posesión del presidente.