Por Elizabeth Mora-Mass
New York. Con la presencia de su familia y representantes de varias organizaciones de trabajadores, se inició este lunes el juicio por la muerte del jornalero Carlos Moncayo, fallecido cuando excavaba unos cimientos en Manhattan.
“No hay comentarios”, expresó Dionisio Moncayo, hermano de Carlos Moncayo, quien vino desde Ecuador con su madre, su hermana y otro hermano, para asistir al juicio que se lleva a cabo en la Corte de Manhattan.
Sin embargo, los representantes de varias uniones de jornaleros, afirmaron que ellos llegaron a la corte “a protestar el asesinato de Moncayo”, aseveró Omar Henríquez, miembro de la Red Nacional de Jornaleros, organización que agrupa a 50 grupos de jornaleros en toda la nación.
Fue un asesinato
“Lo llamo asesinato porque así fue, fue un asesinato. Cada día mueren jornaleros porque los patrones solo quieren ganar dinero y no respetan la vida de los trabajadores, sobre todo si son indocumentados”, explicó Henríquez.
Y agregó: “Si no hubiera sido porque un ingeniero tomó la foto y la envío a la oficina para sostener el cierre del día de trabajo, por el peligro que corrían los trabajadores, no estaríamos aquí. Moncayo hubiera sido otro muerto más”.
Según Diana Mejía de Wind of the Spirit, “tenemos la obligación de protestar. Pero, sobre todo, la obligación de enseñarles a los trabajadores que ellos tienen derechos, que ellos pueden rehusarse a trabajar si hay un peligro eminente”.
Moncayo somos todos
Para la Hermana Julia Suárez, una mexicana que trabaja en una parroquia de El Bronx, “vengo a acompañar a quienes protestan. Porque tenemos que defender el derecho a la vida y a la seguridad”.
Según Janet Hernández de Obreros Unidos de Yonkers, “Moncayo somos todos”. Y expresó cómo el día en que el obrero ecuatoriano murió le fueron violados todos sus derechos.
Fotos cortesía de la Organización Viento del Espíritu.